sábado, 2 de mayo de 2015

Cuentos del conde Lucanor

Un día, el conde Lucanor dijo a Patronio que su sobrina Soledad sufría mal de amores. La niña pasaba las madrugadas esperando al noble caballero que la pretendía, que apenas estaba con ella unas horas para luego partir. La joven cada vez mas escuálida, de esperar horas y horas antes de la llegada de su amado, y le rogaba consejo a Patronio.
-Señor conde-dijo Patronio- Hubo una vez hace años una moza labradora a la que su señor a cargo dejó un huerto. La niña espabilada plantó corriendo las semillas que el noble le había encomendado y pasó cinco días y cinco noches al cuidado del huerto, ni pan ni agua quiso la moza probar, ignorando los ruegos de su anciana madre. La sexta noche, presa del agotamiento, calló la moza al suelo , entre el trigo que iba a salir en breves. Cuando la niña despertó al alba encontró los brotes quebrados por los pillos del pueblo desde la raíz
-Y vos, señor conde, decidle a la joven dama que no desperdicie las noches esperando por su amado, que no por eso llegará antes el caballero y si cae enferma no podrá ver a su amado.
Esta enseñanza de mucho serviole a Juan, quísolo poner en este libro, el refrán que dice así:

<<No por mucho madrugar, amanece más temprano>>

No hay comentarios:

Publicar un comentario